jueves, 20 de septiembre de 2012

GRÁFICA COMPARATIVA



En mi gráfica comparativa se puede apreciar dos gráficas entre lazadas. La primera gráfica que es la sombreada en verde muestra mis habilidades promedio como docente mientras que en la gráfica amarilla se puede observar las habilidades promedio de los alumnos de secundaria.

Para analizar la gráfica adecuadamente empezaremos con el primer aspecto que debe tener un docente: “Habilidades intelectuales especificas”. Las habilidades que claramente poseo de este aspecto son el habito de la lectura, la expresión de ideas en forma escrita, capacidades para describir, narrar, explicar, argumentar y analizar problemas, habilidades que pueden ayudarme a orientar a mis alumnos y ayudarlos en cuanto al lenguaje oral y escrito para comunicarse con claridad, proponer o emitir juicios a partir de un problema etc. Por lo que obtuve un promedio de 6.5 mientras que el alumno se quedo con 5.4.
Pasando al segundo aspecto que debe tener un docente: “Dominio de los propósitos y los contenidos de la educación secundaria”, puedo reconocer algunos propósitos de la articulación de la educ. Primaria y secundaria, así como, restablecer una correspondencia adecuada entre la naturaleza y el nivel de desarrollo del alumno. Por lo tanto en este aspecto tuve 6.3 de promedio apenas un poco más alto que el alumno quien obtuvo 6.0,esto debido a que aun que en la escuelas se promueve mucho el cuidado de la salud muy pocos cuidan ese ámbito. Sin embargo si en cuanto a tecnología hablamos creo que ellos son los mejores usándolo.
El tercer aspecto es: “Competencias didácticas” donde obtuve 7.9 de promedio debido a mis habilidades para organizar estrategias para trabajar así como crear un clima de trabajo que favorezca actitudes de confianza  y mi habilidad para reconocer los cambios que sufren los alumnos siendo adolescentes. El alumno a veces sabe trabajar colaborativamente y a veces definitivamente no sabe aplicar ese método por lo que obtuvo un 6.2 de promedio.
El cuarto aspecto es: “Identidad profesional y ética” en donde 7.1 fue mi promedio puesto que creo tener habilidades para reconocer los valores y aun que no aplico todos pero si los que conozco, eso podría ayudar a transmitir al alumno la aplicación de los valores. En este aspecto también apoyo las condiciones que conlleva el artículo 3º y pues podría asumir mi profesión como una carrera de vida. Estos aspectos creo que podrían fortalecer al alumno en cuanto a reconocer, respetar y apreciar la diversidad de capacidades de sus compañeros aplicando al mismo tiempo los valores. En este ámbito el alumno obtuvo 5.3 de promedio.
El quinto y último aspecto es: “Capacidad de percepción y respuesta a las condiciones sociales del entorno de la escuela” en el cual tuve 7.5 de promedio y el alumno 5.8, esto debido a que el adolescente no suele interesarse tanto en la cultura, el arte y la expresión artística o el cuidado de la salud, en cambio, el docente aprecia y puede enseñar al alumno a apreciar este tipo de cosas y en colaboración fomentar el gusto y aprecio  por la diversidad cultural, social, lingüística, el cuidado de la salud y valores como la solidaridad y empatía.

domingo, 2 de septiembre de 2012

La historia de mi vida


“Una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad”
Miguel de Unamuno


Andrea Karina Campos Cerón nació el 6 de Septiembre de 1994 en Mérida Yucatán, México, siendo así la hija primogénita de la familia Campos Cerón y la única luz durante la etapa más difícil y decadente en el matrimonio de sus padres, Ana Cerón Pacheco y José Campos Manzanilla.
Sus primeros años estuvieron llenos de buenos momentos debido a la ingenuidad e inocencia que cualquier niño suele tener, pues aunque fueron años maravillosos para ella, para sus padres no fue del todo así. Durante esa época se dio la devaluación del peso, hecho que si bien fue uno de los más desafortunados para el país también lo fue para la familia de Andrea que se vio en una problemática en cuanto a su economía. Como consecuencia a todo esto ambos padres se vieron obligados a trabajar casi a tiempo completo por lo que Andrea tenía que ser cuidada por su abuela materna y un par de tíos que vivían en esa casa.
Aprendió a caminar a los nueve meses y comenzó a hablar a los dos años y medio.
“Cuando ella comenzó a caminar, aunque nunca fue una niña traviesa y a pesar de ser muy tranquila solía esconderse en el enorme juguetero que adornaba la  sala. Justo ahí había una almohada en forma de tortuga  así que cada que se escondía y me daba a la tarea de buscarla yo, su abuela o alguno de sus tíos, siempre la encontrábamos durmiendo encima de la tortuga en un rincón del juguetero.
Ella también adoraba la película del Rey león, tanto, que tenía la costumbre de ver esa película hasta cinco o seis veces al día obligando al mismo tiempo a uno de sus tíos a que se sentara a verla con ella. Al final terminaba llorando cada que moría Mufasa.
Algo que igual recuerdo y que jamás voy a olvidar fue cuando contrate a una muchacha para que la cuidara. El primer día que fue a cuidarla yo estaba trabajando, así que Andrea se encontraba al cuidado de la muchacha, de su tío y de su abuela; pero de repente ella desapareció y la muchacha no se dio cuenta hasta que su abuela pregunto por ella, entonces fue cuando comenzaron a buscarla. Después de unos minutos su tío la encontró en el baño dentro de una cubeta que estaba llena hasta la mitad de agua, completamente boca abajo. En ese momento la sacaron y dice su tío y su abuela que se encontraba semi-inconciente y con el rostro completamente morado. De milagro ella sobrevivió”. Relata nostálgica su madre cada que recuerda a la Andrea de antaño.
Poco después, siendo más exactos, a los tres años comenzó a ir al Kínder y medio año después la familia fue bendecida con la llegada de un niño más a la familia. Nació José Alejandro Campos Cerón, el hermano menor de Andrea.
Sus años en el Kínder no fueron los mejores debido a que presentaba problemas para adaptarse y socializar. Incluso sufrió uno que otro maltrato  por parte de algunas niñas como consecuencia de no saber defenderse y de su poca habilidad para socializar. Para corregir ese problema sus padres se vieron en la terrible necesidad de llevarla al psicólogo. Pasaron aproximadamente dos o tres años para que corrigiera su problema y dejara de ir.
A los cinco años de edad entro a la primaria y aunque tuvo buenos y malos momentos no tuvo mayor problema durante su estancia en la primaria. Ahí empezó a descubrir su odio apasionado por las matemáticas y su amor desenfrenado por la materia de español que mas tarde repercutiría en su vida.
Seguidamente después de terminar la primaria a los once años de edad, comenzó a estudiar su educación secundaria. Una de sus etapas mas difíciles por  las que paso debido a la llegada de la pubertad y la etapa de la adolescencia; pero no por eso de los menos importantes, en realidad también estuvo rodeada de buenos momentos y buenos amigos. Para su fortuna también, su familia ya había mejorado económicamente por lo que no sufrió dificultades económicas.
A los catorce años entro a la preparatoria uno. En el primer año tuvo pequeños problemas para acostumbrarse al ritmo agitado de la prepa y en consecuencia llego a deber hasta cuatro materias en el primer semestre; pero no queriendo rendirse aprobó sus cuatro materias en un primer intento. Después de eso no volvió a deber ninguna materia más que todas las matemáticas existentes posibles en la prepa; sin embargo siguiendo su meta de terminar la preparatoria pasó todas sus materias.
Sus años ahí independientemente de la excesiva tarea que tenía fueron  los mejores de su vida. Descubrió y logro forjar verdaderas amistades, conoció mucha gente y ente ellos a sus mejores amigos que poco a poco se convertirían en una parte importante de su vida.
También conoció muchas cosas con las que logro identificarse. Su gusto en la música cambio y al mismo tiempo nacieron nuevas metas; comenzó a escuchar música (pop) coreana y se empezó a interesar tanto en la cultura de ese país que comenzó a idear una nueva meta: conocer y vivir un tiempo en Corea del Sur.
La preparatoria fue un gran lazo que unió a Andrea con la literatura ya que también comenzó a interesarse en el arte de la lectura y la escritura.
Su interés en la literatura y su gusto por la materia de español fueron los detonantes para que tomara la decisión de estudiar la carrera de docencia y especializarse en español.
Termino exitosamente la preparatoria debido a su característica dedicación y perseverancia.
Hoy en día reside en Mérida Yucatán, México, y estudia la Lic. En educación secundaria con especialidad en español en la escuela Normal Superior de Yucatán “Profesor Antonio Betancourt Pérez”.