Desde el punto de vista de mis padres
la calidad de educación que he recibido ha sido buena; puesto que, según mi
madre he tenido buenos profesores que me han ayudado en mi formación como
estudiante y persona.
Además, ellos atribuyen mi
responsabilidad, perseverancia y dedicación para con el estudio, a la escuela y
a los profesores, quienes han fomentado el desarrollo de tales valores.
Para mis padres si ha valido la pena
el tiempo y dinero que han invertido; puesto que, gracias a la constancia de
ellos, la dedicación de los profesores y mis actitudes personales he logrado
ser una joven independiente en cuanto a las tareas y responsabilidades de la
escuela.
Desde mi perspectiva, yo siento que
parte de mi vida ha tenido una educación de calidad y parte de ella solo ha
recibido migajas de educación.
Digo esto por diferentes motivos.
Primeramente digo que he tenido una
educación de calidad porque a pesar de todo, puedo decir que he tenido
profesores que me han ayudado demasiado tanto en el ámbito educativo como en el personal. Así bien me han
ayudado a desarrollar ciertos valores y actitudes que más adelante me servirán de
mucho, como son la perseverancia, la responsabilidad y el establecimiento de
metas fijas. Sin embargo también atribuyo parte del crédito a las Instituciones
en las que he estado, puesto que, han llevado acabo conmigo una disciplina
bastante moderada, lo que me ha ayudado a ser una persona meramente cumplida.
Ahora bien, menciono que he recibido
las migajas de la educación en una parte de mi vida porque así como he tenido
buenos maestros también los he tenido pésimos, tanto, que me atrevo a decir que
no merecen llamarse educadores. Por ellos es que me he visto en repetidas
ocasiones en buscar ayuda en otros lados, o en otras personas. Pero también,
todo esto no sido tan malo, ya que, ellos mismos con su ignorancia, falta de
iniciativa y responsabilidad han hecho que yo me esfuerce aún más por lograr
mis objetivos.
Dejando de un lado a los pésimos
profesores, mencionare que en mi vida educativa también me he topado con
materias tan ruines y extraordinarios tan horribles que me han hecho la vida
imposible. En la secundaria nunca debí
ninguna materia, sin embargo, a lo largo de mi prepa debí aproximadamente nueve
materias, y probablemente sonara terrible y espantoso, pero la verdad de todo
esto, es que no es tan malo como lo aparenta, pues me atrevo a decir que los
mismos extraordinarios reafirmaron mis conocimientos y de tal manera permitieron
que quedaran penetrados en mí.
En conclusión, no puedo afirmar que
he tenido una buena calidad educativa así como tampoco lo puedo negar, de tal
manera, creo que es acertado decir que he tenido una educación de calidad
media.